Seguramente ya sepas lo que significa cruising o por lo menos es un término que te suena. Se trata de una práctica sexual muy extendida desde hace algunos años, que busca sexo en lugares públicos, como parques, playas o descampados. Principalmente lo realizan los varones homosexuales, lo que no significa que haya heteros o mujeres que también lo practiquen.
No se sabe cuándo surgió esta práctica pero la primera vez que se habla de cruising en escritos fue en el siglo XVII en Gran Bretaña, el historiador Ricor Norton es uno de los pocos que trata el tema e incluyó en una de sus obras un listado de lugares públicos de la era georgiana donde se practicaba el cruising. ¿Pensabas que era algo moderno? Pues no, desde que el hombre es hombre, la búsqueda de placer ha sido una constante en su vida y, para cada persona, el placer se halla de una manera o en un lugar diferente. El cruising solamente es una fórmula más de disfrutar con el acto sexual.
Por otra parte, hay que señalar que no tiene nada que ver con la prostitución, ya que no existe intercambio de dinero. Solamente son dos personas que sienten placer practicando sexo en público. La idea es que el encuentro sea anónimo y único porque de esta manera, el morbo y el placer se amplifican.
Aunque se trata de una práctica prohibida en casi todo el mundo. La realidad es que existe en casi todas las grandes ciudades. En particular, en España, destacan Madrid, Barcelona, Valencia, Ibiza y Bilbao. Además, existen múltiples páginas de cruising gay en las que están fijadas las áreas donde llevar a cabo esta actividad en cada ciudad, una guía para que vayas a “tiro hecho”. Estas webs también son un medio de contacto anónimo a través del que los interesados hablan y quedan en el lugar y el momento deseado.
Por último, señalar que se trata de una actividad sexual en la que hay que tener muy en cuenta al resto de personas, ya que puede producir mal estar al presenciar un acto sexual en la calle. Incluso, hay parejas que lo practican que también se quejan de que otras dejen evidencias de sus encuentros sexuales. Por todo ello, siempre se debe respetar la libertad de todos y no molestar. El civismo es fundamental cuando se vive en sociedad y en la práctica de este acto sexual se corre el peligro de olvidarlo.
Pero como siempre os decimos, con el cruising también corres el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual, en especial si no conoces a la pareja con la que vas a practicar el acto, así que la seguridad en este caso, cobra un papel fundamental. Los preservativos Confortex Forte son específicos para practicar el sexo anal.